Dios me dio el gran privilegio de bautizar a Emigdio y Graciela. Ambos aceptaron a Cristo como resultado del ministerio radial de una iglesia cristiana local en la ciudad de Trujillo. Emigdio creció en un hogar Católico. Por lo tanto la mayor parte de su vida la había vivido pensando que era suficiente con mantener sus tradiciones para obtener su salvación. Al escuchar nuestros programas se dio cuenta que lo que creía acerca de las tradiciones no tenía ningún soporte bíblico. A través de la exposición de Su Palabra, el Espíritu Santo le llevó a la convicción de aceptar el regalo de la salvación. Al final de uno de los programas fue confrontando con su necesidad de aceptar a Cristo como su Salvador personal, y estando solo en su casa, confesó a Cristo como su salvador personal.
Graciela es otra creyente que fue bautizada. Ella solía escuchar la radio para conocer su horóscopo. Para ella era de mucha importancia el conocer que sucedería cada día de acuerdo a su signo zodiacal. Un día al buscar la emisora, no pudo sintonizarla. En su lugar estaba transmitiendo una emisora cristiana. Algo contrariada por no poder escuchar su horóscopo, comenzó a poner atención a la enseñanza del programa de El Camino de la Vida. Conforme avanzaba el programa sintió que el mensaje estaba dirigido a ella.
Durante los siguientes días continuó escuchando nuestros programas, hasta que un día tomó la decisión de aceptar a Cristo como su salvador personal. Pasados seis meses, un domingo decidió visitar la iglesia cristiana que patrocinaba los programas. Una emisora cristiana en la ciudad de Trujillo fue el instrumento usado por Dios para que Graciela no solo aceptara a Cristo, sino también para crecer en su vida cristiana.