Durante los primeros meses de este año logré establecer contacto con diversos dueños de emisoras, los cuales desconocían nuestros programas. Muchos de estos contactos eran de la región de Santiago y otras regiones en el centro del país. Estos contactos fueron establecidos a través de mi involucramiento con la asociación de radio comunicadores. Dado a que la mayoría de las emisoras son seculares, mi asistencia a este tipo de eventos está abriendo nuevas oportunidades para que el Evangelio sea transmitido. También Dios proveyó todo lo necesario para que pudiera viajar hasta Punta Arena, lugar ubicado en el sur de Chile. Establecí dos metas para este viaje. La primera era suplir con literatura a varias iglesias, ya que para estas es muy complicado el poder tener acceso a literatura bíblica. Llevar a cabo esta meta tenía una seria implicación, el gran costo que representaría el llevar la literatura que tenía disponible. Una hermana en la fe que tiene un negocio en Punta Arenas ofreció llevar las cajas que tenía preparadas sin cobrar nada por el envío.
Pude apreciar como Dios comenzó a prosperar mi viaje. El segundo propósito al hacer este recorrido era el llevar muestras de nuestros programas para darlos a conocer tanto en iglesias como en emisoras radiales. Dios bendijo también este propósito al permitirme visitar un buen número de iglesias y asistir diversas reuniones de pastores. Varios líderes y creyentes en diversas iglesias agradecieron los materiales que les llevé, y mostraron in gran interés en usar nuestros programas como herramienta evangelística. Algo que me sorprendió fue el que la mayoría de los pastores no solo agradecieran mi visita, sino que expresaran que es inusual que ministerios evangelístico como el nuestro, se tome el tiempo para viajar a estas regiones. En varias de las emisoras que visite mostraron aprecio por la calidad de nuestros programas. Mi confianza es que eventualmente estas aceptaran la transmisión de estos.
Luego de dos meses de llevar a cabo este recorrido por el sur de Chile, con mucho pesar en mi corazón pude comprobar que hay una tremenda necesidad espiritual en esta región del país. Ministerios con sana doctrina muy poco se interesan por establecer contacto con las iglesias locales, por lo tanto, la proliferación de grupos carismáticos y de sectas se ha expandido ampliamente en estas zonas. La distribución de buenos materiales bíblicos es muy escasa. Los dueños de emisoras cristianas carecen de programas con buen contenido bíblico. Muchas emisoras seculares ceden espacios de manera gratuita para la transmisión de programas con contenido religioso, especialmente en la noche, sin embargo no hay ministerios que aprovechen este tipo de oportunidades. Luego de apreciar la triste realidad que ocurre en la parte sur de Chile, alabo a Dios porque Él suplió de muchas maneras para que tanto literatura como muestras de nuestros programas hayan sido distribuidas ampliamente, y sobre todo porque en más emisoras el Evangelio será proclamado gracias a la aceptación de la transmisión de nuestros programas.