Nuestro misionero, Luis Prada, se mantiene buscando más oportunidades para la proclamación del Evangelio a través de la radio. Como resultado de sus esfuerzos, once estaciones de radio han sido agregadas a nuestra base de datos en Colombia. El Señor ha abierto una gran oportunidad de ministerio por medio de algunas emisoras que pertenecen al ejército. Un sargento, el cual está a cargo de una de estas estaciones, se interesó en tener un segmento diario con contenido religioso. Originalmente se contactó con la parroquia local preguntando si un sacerdote estaría dispuesto a hablar en un segmento de 15 minutos. El sacerdote encargado de la parroquia respondió que no había nadie disponible para dicha labor. Providencialmente, algunos días después, Luis llamó al sargento para ofrecerle algunas muestras de nuestros programas. Al escuchar las muestras, el sargento de inmediato aceptó transmitir los programas diariamente. La estación está localizada en la región de Putumayo, pero gracias la potente antena de transmisión con la cual cuenta, esta tiene alcance en zonas de difícil acceso en la jungla. Existen también otros lugares difíciles de llevar el Evangelio, tales como las cárceles, en donde los reclusos viven sin esperanza. Diez años atrás, Luis estuvo envuelto en un ministerio carcelario. Durante ese tiempo él tuvo la oportunidad en conocer a un creyente quien actualmente se desempeña como guardia. Recientemente Luis se enteró que esta prisión cuenta con su propia estación de radio y que el guardia que él conoció años atrás, está a cargo de la emisora radial. De inmediato Luis contactó al guardia para ofrecerle una muestra de nuestros programas. Este, al escuchar las muestras, de inmediato aceptó su transmisión. Esta penitenciaría fue creada teniendo en mente albergar alrededor de 1,000 reclusos. Sin embargo su población es de alrededor de 3,000. La sobrepoblación de este lugar crea toda clase de violencia a diario. Nuestra oración es que muchos reclusos encuentren en Cristo la paz que ellos necesitan a pesar del miedo y la falta de esperanza que viene como resultado de vivir en un lugar así.
Unos cuantos años atrás, un oyente que sintoniza nuestros programas desde la cárcel en la provincia de Santander, contactó a nuestro misionero para compartirle el siguiente testimonio: “Hola, estoy muy agradecido de poder escuchar sus programas. Lamentablemente no puedo asistir a una iglesia, porque estoy encarcelado por un crimen que nunca cometí. Apreciaría si me puedes contactar”. Luis Prada buscó la forma de ponerse en contacto con este recluso y finalmente lo visitó. Al final de su conversación este hombre comentó: “Yo escucho sus programas todos los días. Muchísimas gracias por contactarme y su interés y oraciones mientras enfrento este difícil momento de aflicción”. Luego de conocer acerca del testimonio de este creyente que se encuentra en la cárcel, alabamos al Señor por permitir que nuestros programas sean transmitidos 2,800 veces por semana, a través de 300 emisoras radiales. Nuestra confianza es que muchas personas en Colombia, puedan ser confrontadas con el poderoso mensaje de salvación en Cristo, y que aquellos creyentes que están atravesando por dificultades, puedan experimentar la paz divina conforme escuchan la exposición de la Palabra de Dios.