En distintas regiones de Honduras, las pandillas están demandando dinero como una “guerra de impuesto”, a cambio de no destruir los negocios de las personas. Para asegurarse de que las personas se entregarán a sus demandas, las pandillas o gangas matan a cualquiera que no pague. En otras palabras, si no pagan, el pago serán sus vidas. La violencia en todo el país es evidente como vecindarios enteros que son cerrados por los grupos vandálicos con la intención de controlar vecindarios específicos de Tegucigalpa y otras ciudades. Es difícil vivir en un país donde la muerte y el caos están presentes cada día. Ayudas extrajeras, programas gubernamentales, la policía y presencia militar no pueden proveer ningún tipo de esperanza a los ocho millones de personas. Miles de personas están viviendo sin seguridad eterna y muchos están muriendo sin Cristo en sus corazones. Este es el contexto de violencia, que como ministerio tenemos una tremenda responsabilidad de pregonar el mensaje de esperanza en Cristo a tantas personas como sea posible. Exaltamos al Señor, porque Melvin y Ernesto se mantienen expandiendo el número de lugares que transmiten nuestros programas.
Actualmente, a través de 173 estaciones de radio, las vidas de las personas son transformadas al Espíritu Santo tocar sus corazones. Nuestra convicción es que a las personas venir a Cristo, sus vidas sean instrumentos usados por Dios para alcanzar a otros con el evangelio. Ese es el caso de Mauricio, quien después de escuchar nuestros programas a través de radio cristiana local en el 1999, aceptó a Cristo como su salvador personal. Como resultado de esta decisión de seguir a Cristo, él sintió la necesidad de crecer en su vida espiritual, así que el inició a asistir a una iglesia local y también solicitó estudios bíblicos a través de correspondencia que eran ofrecidos al final de nuestros programas. Al crecer en su vida espiritual el decidió encomendar su vida a servir como pastor. Recientemente el contactó a nuestro misionero Melvin Zelaya para solicitar estudios bíblicos a través de correspondencia de los que recibía hace 17 años atrás. Su deseo es usar este material para discipular a nuevos creyones en la iglesia que está pastoreando en el pueblo de Siguatepegue, y en otras dos congregaciones que él está plantando en algunas áreas rurales cerca del pueblo donde vive. Melvin le visitó y le proveyó de cursos bíblicos y con CDs con nuestros programas. Un programa de radio se convirtió en el instrumento que Dios uso para salvar y transformar la vida de Mauricio. Ahora Mauricio se ha convertido en un útil instrumento para llevar el mensaje de esperanza en Cristo a personas que están viviendo en desesperación en Honduras.